El
Laboratorio a solicitar ante un Abdomen Doloroso y Fiebre
Por Gustavo
Smilasky: quien sabe que un buen diagnóstico no es un hallazgo, sino una
construcción
Introducción:
El paciente que
se presenta con dolor abdominal y fiebre es uno de los mayores desafíos de
nuestra práctica. Es un rompecabezas con demasiadas piezas que pueden encajar
en un cuadro benigno o en un abdomen agudo quirúrgico, que requiere una acción
inmediata. La tentación de pedir análisis sin una brújula clara es enorme, y puede
llevarnos a diagnósticos erróneos ya la pérdida de un tiempo invaluable.
En este informe,
vamos a desentrañar el manejo de este complejo cuadro. Hablaremos de un método
de pensamiento que te permitirá usar el laboratorio para diferenciar entre una
gastroenteritis, una apendicitis o una enfermedad inflamatoria pélvica.
La Primera
Batería - El Mapa Inicial
El primer paso es
descartar las causas más graves y tener un mapa general del estado del
paciente. Estos son los análisis que debes pedir de entrada, con una
justificación clara para cada uno:
La valoración del
abdomen agudo debe incluir una analítica básica con fines diagnósticos y con valor
de preoperatorio si el paciente requiriera intervención quirúrgica. La
extracción debe incluir:
Hemograma (valorar anemia,
leucocitosis sin olvidar que en la sepsis se puede observar leucopenia y
plaquetopenia)
Bioquímica con función
renal, estudio de iones, gases venosos, perfil hepático (patología
hepatobiliar), troponina (sospecha de IAM), amilasa-lipasa (no olvidar que una
amilasa menor de tres veces los valores normales puede aparecer en múltiples
procesos abdominales, no sólo pancreáticos), y coagulación. Se debe solicitar
orina (se observa hematuria en el cólico renal y piuria en la infección
urinaria) y en mujeres jóvenes el test de embarazo.
Eritrosedimentación
(VSG) y/o PCR (Proteína C Reactiva):
Estos marcadores
de la inflamación te darán una idea de la intensidad del proceso. Una VSG alta
te dirá que la inflamación es crónica y una PCR alta te dirá que el cuerpo está
luchando.
La Búsqueda del
Sospechoso. El Interrogatorio
La clave es el
interrogatorio y el examen físico. Tu brújula de pensamiento te dirá qué camino
tomar.
Si el paciente
tiene diarrea:
Coprocultivo y
Parasitológico de materia fecal: Para diferenciar una gastroenteritis
infecciosa de una no infecciosa. Si el cuadro es grave o prolongado, es una
herramienta indispensable. Las bacterias
invasivas como: Salmonella sp, Campylobacter sp, Shigella sp, Yersinia enterocolitica
y Escherichia coli enteroinvasiva, producen diarrea con moco y la sangre,
fuerte dolor cólico o abdominal y fiebre. Las bacterias toxigénicas como:
Vibrio cholerae, Vibrio parahaemolyticus, Staphylococcus aureus, Bacilus
cereus, Clostridium perfringens y Escherichia coli enterotoxigénico, producen
una diarrea sin sangre, con deposiciones muy abundantes. frecuentes y líquidas,
poco dolor abdominal y ausencia de fiebre.
Si el paciente no
tiene diarrea:
Hemograma: El hematocrito
puede estar aumentado en los casos más graves por hemoconcentración. La
leucocitosis es frecuente pero no tiene valor para diferenciar una necrosis
infectada de una necrosis estéril.
Función Hepática
(GOT, GPT, Bilirrubina, Fosfatasa Alcalina): Si el dolor es en el cuadrante
superior derecho, estos análisis te darán una idea del estado del hígado y de
la vía biliar.
Bioquímica: Es frecuente la
hiperglucemia en las pancreatitis agudas. Un 25% de los casos presentan
hipocalcemia. La presencia de hipercalcemia en una pancreatitis aguda debe
hacernos pensar que esa es la causa. El aumento de creatinina y urea
generalmente es secundario a deficiencia de líquidos (insuficiencia renal
prerrenal) pero a veces se produce necrosis tubular aguda. AST, ALT, FA, GGT y
bilirrubina pueden estar aumentados.
Amilasa y Lipasa: Si el dolor es
en epigastrio o se irradia al dorso, estos análisis son la clave para el
diagnóstico de pancreatitis.
El aumento de
amilasa más de 3 veces el límite superior de la normalidad es muy específico de
pancreatitis aguda. Aumenta en las primeras 6-12 horas y retorna a la
normalidad en 3-5 días.
Sólo tiene valor
diagnóstico, no tiene valor pronóstico (niveles más altos no indican PA más
grave) y no sirve para monitorizar la evolución. La amilasa tiene una serie de
limitaciones:
Puede
ser normal (raro, <10%) por retraso en la obtención de muestras • de sangre,
por exacerbación aguda de una pancreatitis crónica o por hipertrigliceridemia
(interfiere con la medida de amilasa y provoca niveles falsamente bajos, aunque
el suero de estos pacientes es de aspecto lechoso).
Puede
aumentar en numerosas situaciones clínicas no relacionadas con el páncreas. El
diagnóstico diferencial más importante es con procesos intraabdominales graves
como la perforación de víscera hueca (lo más frecuente es una úlcera péptica
perforada) y la isquemia intestinal, que producen aumento de amilasa y lipasa.
Amilasa en orina. Existe
hiperamilasuria en la pancreatitis aguda pero la amilasa en orina no ofrece
ventajas sobre la amilasa sérica excepto para el diagnóstico de la
macroamilasemia, que da lugar a unos niveles elevados de amilasa sérica con
niveles de amilasa en orina normales. En este cuadro sin consecuencias clínicas,
la amilasa sérica se une a una inmunoglobulina o proteína sérica anormal
formando un complejo demasiado grande para ser filtrado por los glomérulos
renales.
Lipasa sérica: El aumento de
lipasa más de 3 veces el límite superior de la normalidad es indicativo de
pancreatitis aguda. Con respecto a la amilasa en el diagnóstico de PA:
Ventajas:
Permanece elevada más tiempo que la amilasa (7-14 días) por lo que puede ser
útil en pacientes que acuden días después de haber comenzado el dolor. Es más
específica que la amilasa porque permanece normal en procesos
extra-pancreáticos en los que aumenta la amilasa, como enfermedades salivares,
procesos ginecológicos, tumores productores de amilasa, cetoacidosis y
macroamilasemia.
Inconvenientes:
al igual que la amilasa, puede aumentar en ausencia de pancreatitis aguda en
pacientes con procesos intra-abdominales graves como perforación de víscera
hueca e isquemia intestinal.
Orina completa y
Urocultivo: La orina es un reflejo de lo que ocurre en el abdomen. Un análisis
de orina que muestra leucocitos, glóbulos rojos o cilindros, te orientará a una
infección urinaria o a un problema renal.
Si el paciente es
una mujer en edad fértil:
Prueba de
Embarazo: Innegociable. Un embarazo ectópico es una de las causas más graves de
dolor abdominal, y la primera causa de abdomen agudo en mujeres de esa edad.
Enfermedad
Inflamatoria Pélvica (EPI): El diagnóstico es clínico, pero la PCR y la VSG
están elevadas. Si sospecha una EPI, no te pierdas. Es una enfermedad que se
puede tratar con antibióticos.
Los Estudios por
Imágenes. La Visión del Detective
El laboratorio te
da la pista. Las imágenes te dan la visión.
Radiografías: Son
imprescindibles en el dolor abdominal agudo la RX Tórax PA y lateral (se hace
en bipedestación), y la Rx de abdomen simple (se hace en decúbito supino).
• RX Tórax
postero-anterior y lateral: valora patología pulmonar, neumoperitoneo,
elevaciones diafragmáticas (traumatismo abdominal, absceso subfrénico,
pancreatitis) o ensanchamiento mediastínico
• RX simple de
abdomen: ausencia de la línea del psoas (patología retroperitoneal), patrón
aéreo intestinal y luminograma patológico: imagen en “grano de café” (vólvulo),
megacolon, dilatación y niveles hidroaéreos en la obstrucción con ausencia de
aire en tramos distales en el tipo mecánico, signo del colon cortado en la
pancreatitis), aire ectópico (neumoperitoneo, gas en la porta y pared
intestinal en la isquemia mesentérica, imagen en miga de pan con nivel hidroaéreo
en el absceso), calcificaciones, masas, líquido libre (patrón en vidrio
esmerilado) y cuerpos extraños.
• RX simple en bipedestación, o bien en
decúbito lateral derecho: son muy útiles para valorar niveles hidroaéreos o
neumoperitoneo
•Rx con
contraste:
❍ El enema opaco, se pide menos, y puede
ayudar a discernir si la distensión abdominal es por obstrucción mecánica o
íleo paralítico.
❍ La seriada esófago-gastro-duodenal con
contraste hidrosoluble, sólo se emplea en sospecha de perforación sin
neumomediastino/neumoperitoneo.
❍ Tránsito gastrointestinal: casi no se
usa en el abdomen agudo. Puede diagnosticar un síndrome adherencial.
Ecografía
Abdominal: Si el dolor es en el cuadrante superior derecho (colecistitis) o si
la paciente es una mujer con dolor en el bajo abdomen (problemas
ginecológicos), la ecografía es la herramienta de elección.
Tomografía
Computada: Si la sospecha es de un abdomen agudo quirúrgico (apendicitis,
diverticulitis, etc.), la tomografía computada es el juicio final.
Paracentesis: debe realizarse
en la urgencia si se objetiva ascitis y dolor abdominal. Permite estudiar la
etiología de la ascitis, diagnosticar la peritonitis bacteriana espontánea del
paciente cirrótico, y orientar a una causa secundaria (p.e. perforación) que
puede precisar otros estudios complementarios o tratamiento quirúrgico.
Arteriografía: si se sospecha
isquemia mesentérica aguda.
Endoscopia: no suele pedirse
para valoración urgente del dolor abdominal, no obstante, la colonoscopia es
útil para evitar la cirugía urgente en el vólvulo de sigma. La
colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), no se suele realizar de
urgencia, aunque puede ser útil en cuadros de colangitis aguda asociados a
shock séptico, y en algunas pancreatitis agudas severas litiásicas.
Conclusión: El
Médico como Detective
Colegas, el
abdomen doloroso y la fiebre es un rompecabezas. Y el laboratorio es una pieza
crucial. Pero no te pierdas en el laberinto de los resultados. Usa tu brújula:
tu historia clínica, tu examen físico, tu brújula de pensamiento, y el
laboratorio te dará la pista que necesitas para encontrar la verdad.
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